Una vez más saliendo en busca de buenos momentos junto a mi "Hermano de los anzuelos" Gustavo, a quien apasiona la pesca tanto como a mi. Navegamos en la Kutú Haguá (léase: Cutú Jaguá), nuestra pequeña embarcación. Nos entendemos a la perfección, un cruce de miradas en determinados momentos y es como si nos leemos la mente, ja, ja, ja, ja.
Estupendo día, buena temperatura aunque el agua sigue fría. Eso sí, clarísima, ideal para la pesca con Moscas y el Bait Cast. Estos equipos llevamos a cuesta.
El Aruhary, con toda su majestuosidad, misterio y "corazón abierto", nos ofrecía sus aguas para flotar cargados de esperanza.
En esta oportunidad decidimos practicar Trolling (arrastre del señuelo después de soltar suficiente línea mientras se navega) para censar el estado actual de ofrecimiento de pesca. Apenas recorrimos unos cientos de metros, un "Lingotito" tomó el señuelo. Su estado era muy bueno, gordito, enérgico y buen color. No mostraba signo de haber sido atacado en su aleta caudal por otros predadores. Buena señal de que no pululan las Palometas, al menos por ahora mientras las aguas estén algo bajas de temperatura.
En nuestra derrota tuve un par de toques más, no fueron muchos. De todos modos, los tamaños eran mayores a tiempos atrás. Aún no despiertan en cantidades importantes, lo que ocurrirá una vez se caliente más el "cuerpo" de Aruhary.
Los equipos de Bait Cast quedaron en reposo, sólo fueron utilizados en esa "peinada" del río para descubrir un indicador de población íctica de "Lingotes". Resultó mas bien pobre.
La carencia de viento, fué una invitación a desenfundar los equipos de Fly Casting.
Varias correderas tuvieron la visita de nuestras moscas.
Por momentos "gareteamos" dando moscazos hacia la costa y el centro del canal (todas las tomadas a Trolling realizadas en un principio, se dieron en el centro del cauce).
En una de estas derivas aguas abajo, prendí el de la fotografía después de pasar frente a la entrada de una lagunita y a unos 50 metros de la salida de sus agua, en dirección al centro del cauce del Aruhary.
El vuelo de nuestras moscas nos mantenía concentrados y esperanzados en una nueva "explosión" de la superficie.
En esta ocasión, Gustavo rastreaba hacia la costa y quien escribe hacia el centro. Aruhary nos acunaba como una madre a su bebé.
De pronto la voz de Gustavo.
- ¡¡Prendí uno!!.
Giro hacia donde saltos, borbollones, corridas y algún ¡¡¡Sapukái!!! al aire, daban vida a una obra teatral sublime,...el Pescador agarrado a su caña y el Pirá salvaje desplegando toda su bravura ancestral.
Hago algunos cast arrojando mi mosca serca de la presa de Gustavo, tratando de engañar algún otro Amarillo que pretendiera robarle el bocado al de Gustavo.
Es muy común prender un Dorado paseando la mosca serca del que viene enganchado. Esta vez no fue así. Recogí mi línea, preparé la cámara, y me dispuse a esperar el momento de eternizarlos. ¡¡Clik!! y pez al agua. Todos felices. Nosotros en el bote, y el Pez en su "habitación" a seguir entretenido en lo suyo. Tal vez nos veamos pronto, sino,...que sea muy feliz por mucho tiempo.
Habíamos elegido un lugar para detener nuestra flotada, anclarnos y castear un par de veces hacia la salida de un riachito. Buen lugar, con correderas y pedregales para descubrir algún que otro Doradito que nos haga disfrutar de la jornada.
-¡¡Don Leo, un Lorito cayó al río!!.
Exclamó sorprendido Gustavo, si bien se trataba de una Cotorra Argentina , Cotorra Monge o Cotorrita Verdigrís (Myopsitta Monachus). Es que en mi Zona comúnmente se los denomina Loro o Lorito.
En el lugar se halla construido uno de los puentes ferroviarios más largos de Sudamérica, y en su estructura anidan estas aves tan "charlatanas" y bullangueras.
Suele ocurrir que cuando los pichones están lo suficientemente grande para valerse por sí mismo, intentan volar y curiosear nuestro Solar Taraguy. En este caso sus alitas aún no tan experimentadas le impidieron pasear con solvencia.
Rápidamente suspendimos los intentos de pescas, levantamos ancla, le dí un piolazo, arrancamos y raudamente fuimos en socorro.
¡¡Fue muy conmovedor verlo aletear frenéticamente con instinto de sobrevivir para no perecer ahogado arrastrado por la corriente!!!. Menos mal que ningún Lingote o Palometa lo descubrió, que sino...
Una vez que nos acercamos a él, su desesperación lo llevó a intentar subir al bote por sus propios medios, éramos su "isla salvadora". No hubo tiempo para fotografiarlo en ese momento.
Lo agarré sabiendo que me haría sentir la presión de su pico. Así fue, ja, ja, ja, ja, ja, ja. un "trocito" de mi humanidad me faltaría por unos días hasta que mis tejidos recompusieran todo naturalmente, ja, ja, ja, ja, ja. ¡Lindo gancho tiene!. Hay unas herramientas a las que se las identifica por "Pico de loro" por su semejanza y efectividad de agarre, ja, ja, ja.
¡¡¡Qué precioso!!!.
Bellos animalitos que construyen sus nidos muy voluminosos y llenos de espinas y palitos por fuera, pero con sabia virtud revisten su interior con frescos pastos para que su "lodge"no sea menos que un "Cinco Estrella".
Lo dejamos sobre el camalotal, donde podría proveerse de alimento y ser mirado por sus familiares desde la casa de donde había partido con poco éxito, ubicada justamente sobre el lugar.
"Catita" quedó allí, en su isla, cual Robinson Crusoe, aunque no tan solo. Allí nomas estaban Papá, Mamá y Hermanitos. En cuanto sus alas secaran, volaría a su nido. Nosotros, misión cumplida.
Entre la gente del lugar hay quienes acostumbran criarlos desde muy pequeños y les enseñan a modular algunas palabras, que aprenden con asombrosa facilidad y claridad. Es un don con el que cuentan.
Catita no sabía hablar, pero luego de dejarlo allí, sentimos que nos decía,...¡¡¡Muchas gracias, chamigos!!!.-
Con el cariño de siempre,
Desde la Provincia de Corrientes, Argentina,
Un abrazo guaraní, y,...
Un afectuoso sapukái.
Leo Kutú..-
p/d: En homenaje de Catita, van las letras en color verde. Otro abrazo.-
4 comentarios:
Precioso relato Leo, es un placer leerte.
Saludos desde Asturias...
Hno. de los anzuelos, querido Efrén:
¡Gracias por visitarme!.
Regresa cuando gustes.
Buenas pescas en tus aguas.
Un abrazo y,...
Un afectuoso sapukay.-
Estupenda historia Leo. Son muchas veces en las que los pescadores podemos hacer algo por algunas criaturas distintas de los peces.
Recuerdo una ocasión en la que un abejorro batia sus alas en la superficie de un embalse. Era cuestión de minutos el que una trucha diera buena cuenta de él, pero quise darle otra oportunidad y con un pez artificial flotante pude depositarlo en la seguridad de un árbol. Al sol, para que se secara y recuperase sus fuerzas.
Espero que te reencuentres algún día con el lorito al que desde ese día has "apadrinado".
Saludos.
Hno. de los anzuelos, Jose:
¡Gracias por tu visita!.
Tal vez Catita espere tu llegada para contarte historias de mi río Aruhary.
Un abrazo grande y,...
Un afectuoso sapukay.-
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