anuncios clasificados Los Pasos Del Pescador (Ñánde Corrientes porâ): sequía
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jueves, 19 de febrero de 2009

¡CUÁNTO TE EXTRAÑO, AMIGO BATEL!!!!!!!!!

Hnas./os. de los anzuelos:
Días pasados fui a visitar a mi amigo Batel (arroyo).
En la vida he aprendido que los verdaderos amigos son aquellos que están en las buenas y en las malas.
Mi zona está siendo castigada por una sequía exterminadora. Cosas de la naturaleza,dicen algunos.
Yo contesto, si, de la Madre Naturaleza, pero respondiendo con enseñanzas, diciéndonos a nosotros los imperfectos mortales,..."pórtense bien, hagan los deberes como corresponde, acarícienme y no me maltraten, sino, ...sabrán de mis verdades"...
Por todo esto, sabía que mi "hermano de los anzuelos" Batel, pasaba por un momento muy crítico.
La vez que lo visité (hace poco más de 60 ds.)antes del inicio de la veda, rebosaba de salud, sus aguas salidas de su cauce bañaban las zonas bajas en un conmovedor abrazo. Cada tanto se manifiestan brindándose infinito cariño (campo y arroyo).
Pero, la situación había cambiado y Batel estaba en "terapia intensiva".
Sin dudarlo debía acudir por el. Allá fui a regalarle compañía y alguna "charla" amena. Sabía que eso le alegraría el espíritu, así como tantas veces lo hizo por mí brindándome preciosos lingotes de oro con escamas.
Grande fue mi sorpresa al llegar.
No estaba, mi hermano se había ido. ¿A dónde?. ¿Sin avisar?. ¿No volveré a verlo?.
En un instante como de desesperación, me brotó un llamado, ¡BATEL!!!!. El grito se perdió en la inmensidad, Un pajarito que no alcancé a distinguir bien, asustado salió de algún lugar y voló velozmente. Nadie me contaba qué había sucedido,...Batel no estaba.
Me se valiente, pero mis ojos lloraron igual. Ponía empeño en no aflojar, pero quería ver a Batel.
Caminé por su lecho, recorrí lugares por donde días atrás mi mosca nadaba jubilosa, ... nada más que tierra. ¡Qué tristeza!, ¡Qué tristeza!.
Tomé unos mates para humedecer mi garganta y calmar mi pena.
Abrí los brazos, imaginándome abrazar a Batel.
Volví a la curvita donde el agua se aceleraba dibujando un Y para acunar al lingote. Sí, aquel que una vez y antes de irse, giró sobre sí me miro y se fue.
Me senté sobre una piedra y me quedé mirando allí donde el ngululu (murmullo del agua) llenaba el silencio con su dulce melodía obsequiándome una de las músicas más bonitas. De espaldas a la cámara, no quise mostrar mi llanto.
Entonces decidí arrodillarme y rezar implorando por Batel. No quiero que muera.
Me puse en cuclillas, en el mismo lugar donde observaba las correderas de entre las piedras esperando que Batel me aconsejara,..."aquí arroja tu mosca".
En un momento y como único testimonio que allí alguna vez hubo vida, encontré una anguila muerta. La sorprendió la seca y no le perdonó.
Levante la cabeza y dirigí la mirada a la reunión reservada solamente para ellas, las garzas. Creo que estarían decidiendo qué hacer para ayudar a Batel, seguro estoy que siendo hermanitas de los anzuelos, algo harían. Sólo ellas saben que decidieron.
Imaginaba todo, solo imaginaba, Batel nada podía decir, pero como quien deja una carta al amigo, me dejó varias aguadas para que en ellas "leyera" su mensaje.
Me fui acercando con cierto temor, no quería enterarme de una despedida final.
Para ese entonces, no sabía si lo que escuchaba era real o solo mi imaginación.
Fue cuando una arañita pasó lentamente por sobre mi pié y escuché..."anda, lee lo que dice en aquel charquito"...Mis ojos se iluminaron. Presuroso y curioso avancé.. Me agaché, puse la cara muy cerca, clavé la mirada en el espejo y leí...¡VOLVERÉ! .
Fue entonces que cerré mis ojos y pensé,..."eso espero, por favor,...eso espero, porque, cuánto te extraño amigo Batel"".-
Desde la Provincia de Corrientes, Argentina,
Con el cariño de siempre,
♫Muchos chamamés!♫
Un abrazo guaraní, y...
Un afectuoso sapukái.-
Leo Kutú.-