anuncios clasificados Los Pasos Del Pescador (Ñánde Corrientes porâ): junio 2010

domingo, 13 de junio de 2010

UNIDOS POR LA AVENTURA

Hnas./nos. de los anzuelos:
Esta vez no será un relato de pesca, pero como bien se expresa en la portada, aquí encontrarán también "huellas de aventureros", los pescadores tenemos mucho de esto. Nos identificamos plenamente con andar y desandar caminos.

Porto Alegre (Puerto Alegre), es la ciudad capital del Estado de Río Grande do Sul, del hermano país de Brasil, con 1.420.667 habitantes. Se ubica en conjunción de cinco ríos. Su plato típico es el churrasco (carne asada) y el chimarrâo (mate) es la infusión tradicional.
A sus habitantes se los denomina "Gaúchos". Sergio es uno de ellos, vive allí.
El viernes último pasado, nuestros pasos se cruzaron, por esos designios de la vida aventurera.

Sergio había salido de su Porto Alegre hacía tres días, así me lo comentó mientras charlábamos intentando entendernos idiomáticamente. Algo sí nos identificaba y hacía que se facilitara nuestra comunicación,...el aventurero que llevamos en nuestros espíritu.

Montado en su motocicleta Honda XRE 300, partío de aquella ciudad que tiene su fiesta religiosa más popular el día 2 de Febrero , día de Nossa Senhora Dos Navegantes. ¡¡Que coincidencia maravillosa!!. A mi me enamora navegar, algo nos "enlazaba" a pesar de que él no practica la pesca. Tal vez sus "pescas" están en las rutas recorridas visitando lugares desconocidos y haciendo chamigos (amigos), así nos encontramos.
La curiosidad por conocer un pueblito homónimo de su apellido, motivó ingresara a él y conocernos.

Su espíritu cargado de la ilusión en llegar a Perú, lo haría recorrer largos kilómetros de nuestra bella Sudamérica. Había estado previamente en Uruguay, reingresando nuevamente a Brasil, para luego internarse en Argentina a la altura de la Localidad de Paso de los Libres. Desde la Provincia de Corrientes iría a las de Salta y Jujuy, para luego abandonar el País e ingresar a Bolivia, y si el tiempo lo permite visitar la frontera con Perú.
El regreso, desandando el mismo camino utilizado.
Su motocicleta tenía un punto en común con mi botecito, ...recorrer distancias para cargar el espíritu de ricas vivencias. Las ganas de dar los pasos del pescador en mi caso y la de hacer girar las ruedas insistentemente en el suyo, tienen un denominador común,...vivir una linda aventura, estar en contacto con cautivantes entornos, para no darnos cuenta que el tiempo transcurre implacablemente y ser concientes que la vida es el hoy,...¡¡¡bellísima!!!.

Quedé con las ganas de compartir una flotada del Aruhary (río Corriente). y pescar unos "Lingotes de oro con escamas" o algún Pirá Pitá como el de la foto. No fué posible ya que Argentina debutaba en el Mundial de fútbol, y como ese día reanudaba su derrotero. más tarde sería imposible. Nada propuse por ello, quedaron en mi interior las ganas retenidas.
Charlamos con gran afecto. Cuando nos despedimos, quedó en mi su imágen bonachona y oscura de su traje acentuado por las sombras de la noche.

¿Por dónde andará ahora?. No lo se. ¿Nos volveremos a ver?. Espero que si, algún día.
Hermano de la aventura,...¡¡¡Chau Sergio!!!. ¡¡¡Buen viaje!!!.
Desde la Provincia de Corrientes, Argentina,
Con el cariño de siempre,
Muchos chamamés,
Un abrazo gigante y,...
Un afectuoso sapukay.
Leo Kutú.-
Fuente: Wikipedia.-

miércoles, 2 de junio de 2010

LAS LAGUNITAS DE LA ESPERANZA



Hnas/os. de los anzuelos:
Esta vez mi destino no fue el Río.
Eran aproximadamente las 13:30hs., cuando veo pasar a Elías con su caña de pescar, en dirección a la Lagunita. Por mi parte estaba sentado frente a la computadora, recorriendo lugares virtuales.
Como fuimos "pasado por agua" (lluvias) durante varios días, las ganas de ir a pescar se habían acumulado en demasía.
Sin más, apagué todo, para dedicarme a armar mi equipo de pesca muy liviano.
Tomé la cañita, el pequeño reel frontal de tres rulemanes, armé el leader con cablecito de acero forrado de 0,10mm, anzuelo chico, metí en uno de los bolsillos del pantalón la pinza para desanzuelar, un alicate, varios trocitos de carne vacuna en una cajita de extracto de tomates desocupada, y fui tras los pasos de mi "hermano de los anzuelos".


En el interín habían pasado Luis y Matías. Todos mitaí (chico, criatura, jovencito, pibe) del Barrio donde vivo. Niños, muy, muy humildes, de pocos recursos económicos, pero mucho recurso humano. Corazones con faltas de afectos y ganas de darlos.. Los vi y veo crecer a diario.

Cuando llegué a la Lagunita estaban en plena jornada. Menos Elías que trataba voluntariosamente de desenredar la "galleta" de nylon formada en su línea. Inmediatamente me tomé el tiempo (bastante) para lograr tenga todo reestablecido y disponible para pescar.

Los intentos por pescar eran unos tras otros. Nada podían sacar del espejo de agua.

Mientras, por mi parte experimentaba un par de clavadas con escapes.

En unos
minutos me alegré con dos pececillos. Tarariras, una de ellas de considerable tamaño para el lugar. Me quedé con las ganas de fotografiarla, pero por estar los chicos en el sector de enfrente a donde me encontraba, y para llegarse se debía dar un gran rodeo tras atravesar un zanjón, no lo pude hacer No importa, quedó en mi memoria, y está bien. Dejándola regresar a su medio propuse aventurarnos a otras Lagunas sercanas.
Atravesamos el segundo Monte, esta vez de Pinos (el anterior de Eucaliptus). La Zona viene siendo forestada intensamente en los últimos años. El paisaje autóctono cambió mucho.
Una vez en el nuevo lugar cada cual eligió el sector que más le gustó. En mi caso recorrí cada centímetro de costa de la Laguna. Elías trató de imitarme. Matías también hizo lo propio luego de advertirle que no se quede solo en un lugar, sino que buscara. Muchas plantas acuáticas. Luis en cambio no se movió del espacio que ocupó desde el inicio.
Todos pescábamos con encarnes. En mi caso, el lastre lo daba la propuesta gastronómica (para el pez, obvio).. Matías con un plomito, pero en un momento metió su mano en el bolsillo para extraer otro plomo y reemplazar el anterior.¡¡¡Mamita!!!, había atado un helicóptero, ja, ja, ja, ja, cuando cayó en la Laguna parecía que un Elefante fue arrojado desde África, ja, ja, ja, ja, ja, ja. Nos reímos tanto, que nos dolían los músculos del abdomen, ja, ja, ja, ja,,ja. Aún escribiendo ahora me da muchísima gracia, ja, ja, ja, ja. Angá Mati (pobre Mati)..
Luis y Elías con boyas para que la carnada se moviera suspendida a media agua.
Así eran sus estilos, aprendidos por las "huellas" de pescadores, dando respuestas a sus necesidades, o copiando de algún otro amiguito, no lo se. Es probable que un poco de todo. La inercia de la vida misma.
Ellos y sus circunstancias, como decía Ortega.

Logré repetir el logro. Uno de ellos me permitió ofrecérselo a Matías para que lo arrime a la costa.
- ¡Matías, vení, sacala vos!. ¡Dale, dale!.
Grité casi intimándolo.
Aún tengo la imagen en mis retinas de cuando soltó su caña y corrió hacia mi como si sus piecitos no tocaran el pasto y su espíritu llegara primero que su cuerpo., ja, ja, ja, ja, ja. Muy gracioso y profundamente emotivo a la vez.
Después del proceso de rigor, pregunté...
- ¿Te animas a agarrarla y devolverla a la Laguna?. (son muy resbalosos y de una firme mordida)
Como un eco respondió.
- ¡Siiiii!.
Mientras le indicaba cómo agarrarla, su cuerpito denotaba la emoción, que me trasmitía y contagiaba.

Lentamente fue entrando en el agua, flexionó sus piernas, bajó al pequeño pez y lo dejó ir.
- ¡Muy bien, muy bien, Mati!. ¡Grande Matías!.
Exclamé.
Solo esbozó una preciosa sonrisa tras cruzarnos las miradas. ¡¡Qué felicidad!!.
Fue una tararira muy chica en el agua, pero demasiada grande en el alma.
Nuevamente les propuse visitar otra Laguna. Debíamos aprovechar ahora después de muchos meses de sequías crueles donde varias habían desaparecido. Hoy todo tiene otro "color".
Nueva Laguna, nuevas esperanzas, solo que esta vez eramos tres, Luis quiso quedarse en el sector de donde no se movería en toda la tarde.

Cuando aún estábamos los cuatro en el mismo sitio, lo miraba pescar, y en algún punto me veía hace 40 años. Luis pescaba con línea de mano.

Hubo instantes, en que desde mi posición, elegía quedar mirándolo revolear el anzuelo. Cuántas emociones y recuerdos pasaban por mi memoria. El Niño, la línea de mano, la Lagunita, y...mi Corrientes porâ (lindo).
Aaaaaaaa, Corrientes, cuánto te quiero con todas tus virtudes y defectos.
Para mi serás siempre, ¡¡¡Mi Corrientes porá!!!. No fue tanto el movimiento en esta última Laguna.
De pronto Elías me muestra una captura. Un bagre negro, lagunero, bien gordo, que me trajo a mostrar.
Le indiqué donde posar y,...¡Click!.
Luego sin decir nada, se levantó, dio media vuelta, un par de pasos, se agachó, nuevo ¡Click!, aflojó la presión de sus dedos y dejó que el pez se fuera.Tal ves quiso acariciarme el alma, congraciarse conmigo, o darse el gusto como su hermano Mati (de sangre). Solo él sabrá internamente por qué lo hizo. Tampoco quise preguntarle en ese momento. Lo dejé así.
-¡Bien, bien, bien!.
Exclamé, recontra contento. Todos contagiados.
Ellos que son muy reacios a devolver un pez, lo estaban haciendo y en este caso solo por imitación.
La tarde llegaba a su final, lo que motivó regresáramos a donde Luis había quedado. Llegamos ahí. Es lo que imaginan. Luis en el exacto lugar donde estaba cuando nos habíamos despedido, ja, ja, ja, ja.¡¡Qué fe le tuvo al lugarcito!!. O la vieja escuela y paciencia de pescador. Mal no le había iido.
En esta foto, Elías mirando a cámara, Yo con una Tararirita en la mano y Luis en el momento justo de estar dando impulso a su encarne. Matías, el "profesional" fotógrafo de ocasión.
Claro, el tema era qué hacer después de tenerlos en las manos. Pese a las sugerencias y las reiteradas devoluciones que hicimos en su presencia, Luis no decidía comportarse igual. Ya aprenderá, es mi esperanza. Con carnada también se puede. La Hoplias Malavaricus regresó igualmente a su hogar.
Me asombraba escuchar al propio Elías decir a Mati que devuelva, cada vez que extraía otra.
Luis lo miraba con cara de impotencia, requería carnadas para una salida futura, mmm
El "Hermano de los anzuelos, Sol" se "iba" lentamente. Nosotros también.
Recogimos nuestras líneas y entre bromas personales, charlas, risitas cómplices y carcajadas, empezamos a desandar caminos lentamente
Cada tanto se me escapaba un silbido entonando un chamamé.
Los miraba de reojo y esvozaba una sonrisa, porque los que nunca quisieron devolver un pez, hoy
lo habían hecho, con brillo en sus ojos y una sonrisa en sus labios,...
¡Hooooo, ñánde Corrientes porâ, cuánto de amo!,....Con tus virtudes y defectos, serás siempre, ...¡Mi
Corrientes porá!.-
Desde la Provincia de Corrientes, Argentina,
Con el cariño de siempre,
Un abrazo gigante y,...
Un afectuoso sapukái.-
Leo Kutú.-